Un grito unánime recorre hoy los pasillos de todos los edificios de Tribunales... hagan algo por los judiciales. Y ese alarido de bronca y decepción va dirigido a quienes conducen el Gremio y han decidido en los últimos años dar prioridad a la candidatura de su Secretario General y no a la defensa de los intereses de los trabajadores judiciales. Esta definición provocó por un lado la proscripción de dirigentes, delegados y militantes que no comparten el proyecto político personal de Julio Piumato, y por otro el abandono de la lucha que fue una constante en nuestro Gremio desde 1990.
Las consecuencias las sentimos a diario en nuestros lugares de trabajo: aumento de tareas, falta de personal, incremento de la jornada laboral, condiciones de seguridad e higiene pésimas, salarios deteriorados, mayor nivel de exigencias, récord de licencias por enfermedad en especial las psiquiátricas, etc.... Mientras, desde un cómodo sillón de la calle Venezuela escuchamos a quien nos dice representar teorizar sobre el cambio de la Justicia.
Y lo peor es que muchos judiciales cansados de la inacción y las falsas promesas de sus dirigentes han decidido (equivocadamente desde nuestra opinión) desafiliarse de la institución generando el menor porcentaje de afiliación en la historia de la Unión.
A todo esto hay que sumarle que, en silencio y a espaldas de todos los judiciales, han transado: que la prioridad de este año pasa por obtener las promesas incumplidas del año anterior (meritorios y retroactivo) y después de conseguir esto realizando "sólo" gestiones... pedir una pauta salarial de un monto incierto (para no decirnos que vamos a aceptar la pauta salarial de los empleados estatales -UPCN-), obviamente evitando a cualquier precio que salgamos a la lucha.
Ante este panorama desalentador que contrasta con la historia de lucha de nuestra Unión, quienes hemos iniciado el camino de la recuperación del gremio desde el Movimiento de Trabajadores Judiciales convocamos a todos los judiciales a reclamar desde sus lugares de trabajo la convocatoria a Asambleas en todos los edificios para debatir la propuesta salarial que reclamaremos para este año y fijar una fecha límite para el pago de la deuda salarial y el nombramiento de todos los meritorios, para de una vez por todas ponerle fin a esas gestiones interminables e improductivas y comenzar el único camino por el cual los trabajadores hemos conseguido todo: EL DE LA LUCHA.
Las consecuencias las sentimos a diario en nuestros lugares de trabajo: aumento de tareas, falta de personal, incremento de la jornada laboral, condiciones de seguridad e higiene pésimas, salarios deteriorados, mayor nivel de exigencias, récord de licencias por enfermedad en especial las psiquiátricas, etc.... Mientras, desde un cómodo sillón de la calle Venezuela escuchamos a quien nos dice representar teorizar sobre el cambio de la Justicia.
Y lo peor es que muchos judiciales cansados de la inacción y las falsas promesas de sus dirigentes han decidido (equivocadamente desde nuestra opinión) desafiliarse de la institución generando el menor porcentaje de afiliación en la historia de la Unión.
A todo esto hay que sumarle que, en silencio y a espaldas de todos los judiciales, han transado: que la prioridad de este año pasa por obtener las promesas incumplidas del año anterior (meritorios y retroactivo) y después de conseguir esto realizando "sólo" gestiones... pedir una pauta salarial de un monto incierto (para no decirnos que vamos a aceptar la pauta salarial de los empleados estatales -UPCN-), obviamente evitando a cualquier precio que salgamos a la lucha.
Ante este panorama desalentador que contrasta con la historia de lucha de nuestra Unión, quienes hemos iniciado el camino de la recuperación del gremio desde el Movimiento de Trabajadores Judiciales convocamos a todos los judiciales a reclamar desde sus lugares de trabajo la convocatoria a Asambleas en todos los edificios para debatir la propuesta salarial que reclamaremos para este año y fijar una fecha límite para el pago de la deuda salarial y el nombramiento de todos los meritorios, para de una vez por todas ponerle fin a esas gestiones interminables e improductivas y comenzar el único camino por el cual los trabajadores hemos conseguido todo: EL DE LA LUCHA.
Buenos Aires, 12 marzo de 2007.
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